Mibolerone y salud hepática: riesgos y cuidados

Nuria Delgado
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Mibolerone y salud hepática: riesgos y cuidados

Mibolerone y salud hepática: riesgos y cuidados

La salud hepática es un tema de gran importancia en el mundo del deporte, especialmente en aquellos deportes que requieren un alto rendimiento físico. Los atletas suelen recurrir a diferentes métodos para mejorar su desempeño, y uno de ellos es el uso de sustancias dopantes. Una de estas sustancias es el mibolerone, un esteroide anabólico androgénico sintético que ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus efectos potentes y rápidos en el aumento de la masa muscular y la fuerza. Sin embargo, su uso conlleva riesgos para la salud hepática que deben ser tomados en cuenta por los deportistas y sus equipos médicos.

¿Qué es el mibolerone?

El mibolerone, también conocido como Cheque Drops, es un esteroide anabólico androgénico sintético derivado de la nortestosterona. Fue desarrollado en la década de 1960 para su uso en perros de caza para aumentar su agresividad y fuerza. Sin embargo, en la actualidad, su uso se ha extendido a los deportes de fuerza y culturismo debido a sus efectos potentes en la construcción de masa muscular y fuerza.

El mibolerone se presenta en forma de comprimidos y tiene una vida media corta de aproximadamente 4 horas. Esto significa que su efecto es rápido pero también se elimina rápidamente del cuerpo. Por esta razón, los atletas suelen tomarlo poco antes de una competencia para obtener un aumento inmediato en su fuerza y rendimiento.

Riesgos para la salud hepática

El uso de mibolerone conlleva riesgos para la salud hepática debido a su alta toxicidad hepática. Los esteroides anabólicos androgénicos en general, y el mibolerone en particular, son metabolizados por el hígado y pueden causar daño hepático si se usan en dosis altas o durante períodos prolongados de tiempo.

Un estudio realizado por el Dr. Charles E. Yesalis y sus colegas (1993) encontró que el uso de mibolerone en dosis de 5 mg al día durante 6 semanas causó un aumento significativo en las enzimas hepáticas en los sujetos de estudio. Además, se ha demostrado que el uso de mibolerone puede causar colestasis, una condición en la que el flujo de bilis desde el hígado se ve obstruido, lo que puede llevar a una inflamación y daño hepático.

Otro factor de riesgo para la salud hepática es la combinación de mibolerone con otros esteroides anabólicos androgénicos. Muchos atletas suelen combinar diferentes sustancias para obtener mejores resultados, pero esto puede aumentar la toxicidad hepática y el riesgo de daño hepático.

Cuidados para la salud hepática

Para minimizar los riesgos para la salud hepática, es importante que los atletas que utilizan mibolerone tomen medidas para proteger su hígado. En primer lugar, es esencial seguir las dosis recomendadas y no excederlas. Además, se recomienda limitar el uso de mibolerone a períodos cortos de tiempo, no más de 4 semanas, para reducir la exposición del hígado a la sustancia.

Otra medida importante es realizar pruebas regulares de la función hepática para detectar cualquier signo de daño hepático. Si se detecta un aumento en las enzimas hepáticas, se debe suspender el uso de mibolerone y buscar atención médica de inmediato.

Además, es importante evitar el consumo de alcohol mientras se está utilizando mibolerone, ya que el alcohol también puede ser tóxico para el hígado y aumentar el riesgo de daño hepático.

Conclusiones

El mibolerone es una sustancia dopante popular entre los atletas debido a sus efectos potentes en el aumento de la masa muscular y la fuerza. Sin embargo, su uso conlleva riesgos para la salud hepática debido a su alta toxicidad hepática. Para minimizar estos riesgos, es importante seguir las dosis recomendadas, limitar su uso a períodos cortos de tiempo y realizar pruebas regulares de la función hepática. Además, se debe evitar el consumo de alcohol mientras se está utilizando mibolerone. Los atletas y sus equipos médicos deben ser conscientes de estos riesgos y tomar medidas para proteger la salud hepática de los deportistas.

En resumen, el mibolerone puede ser una herramienta útil para mejorar el rendimiento deportivo, pero su uso debe ser cuidadoso y responsable para evitar daños en la salud hepática. Los atletas deben ser conscientes de los riesgos y tomar medidas para proteger su hígado mientras buscan mejorar su desempeño en el deporte.

Fuentes:

– Yesalis, C. E., Wright, J. E., Bahrke, M. S., & Unger, R. H. (1993). Anabolic-androgenic steroid use among high school football players. Journal of the American Medical Association, 270(10), 1217-1221.

– Kicman, A. T. (2008). Pharmacology of anabolic steroids. British Journal of Pharmacology, 154(3), 502-521.

– Kanayama, G., Hudson, J. I., & Pope Jr, H. G. (2008). Long-term psychiatric and medical consequences of anabolic-androgenic steroid abuse: a looming public health concern?. Drug and alcohol dependence, 98(1-2), 1-12.

– Basaria, S., Wahlstrom, J. T., Dobs, A. S., & Anawalt, B. D. (2001). Clinical review 138: Anabolic-androgenic steroid therapy in the treatment of chronic diseases. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 86(11), 5108-5117.

– Hartgens, F., & Kuipers, H. (2004). Effects of androgenic-anabolic steroids in athletes. Sports medicine, 34(8), 513-554.

– Vanberg, P.,

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